Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Psicología Positiva


La Psicología Positiva (Selligman) es uno de los paradigmas de salud más actuales, completos y reconocidos. Se enriquece de la experiencia y conocimiento acumulado por las distintas escuelas, poniéndose al servicio del bienestar de las personas. Es un marco científico-profesional de promoción, orientación, asesoramiento, intervención y ayuda psicológica.

La Psicología Positiva es muy repetuosa con las necesidades reales de cada persona, no trata de imponer modelos, expectativas, objetivos o clichés. Muy al contrario, su objetivo es intervenir y ayudar para que el cliente logre su propio estilo de bienestar, un bienestar a medida que encaje con su personalidad, necesidades, recursos y condiciones.

Características

La Psicología Positiva se define por una serie de características:

Motivación: Todas las personas tienen capacidades y potencial de desarrollo muy amplio. La motivación, el análisis acertado, la buena orientación, las herramientas y técnicas apropiadas forman parte del trabajo en Psicología Positiva para desarrollar el máximo potencial de cada persona.

Rigor: La Evaluación que realiza el/la psicólogo se lleva a cabo sobre el/la cliente y sobre sí mismo/a. La auto-observación es necesaria para mejorar la eficacia de la relación psicóloga/cliente y lograr los objetivos.

Flexibilidad y Eficacia: Existen muy diversas técnicas, terapias y métodos de tratamiento, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. La mayor eficacia para lograr los objetivos de bienestar se logra aplicando el método que mejor se adapta al perfil de nuestro cliente.

Humanismo: La Psicología Positiva se aleja de los clichés, las idealizaciones, las autoexigencias, las etiquetas y las expectativas falsas y exageradas que tanto mal hacen a la sociedad en su conjunto y a las personas como individuos.

Reconocimiento y Valoración: Una de las claves de la motivación es la habilidad de reconocer los méritos, valorando adecuadamente los logros obtenidos (que generalmente damos por hecho), el esfuerzo, las habilidades y las actitudes positivas que nos han permitido alcanzarlos.

Realismo
: Ver la realidad tal como es. Desde ese realismo, vamos a ser capaces de evaluar las situaciones sin temores innecesarios, sin ansiedad y con objetividad. Una buena evaluación nos suele facilitar la toma de decisiones acertadas, que nos harán sentir cómodos/as y más seguros/as. Esa actitud nos conducirá a lograr confianza sólida en nuestros recursos y potencial para aprender y desarrollar habilidades.

Contexto: Una buena evaluación de la situación (problema, dificultad, malestar...) viene condicionada por la consideración y análisis del entorno de la persona y su relación con el mismo: limitaciones, apoyos, potencial...

Funcionalidad: Siempre, cuando evaluamos la situación del individuo, resulta un 'saldo' positivo de rasgos, habilidades, recursos, capacidades y experiencias, aunque subjetivamente la persona lo viva de otro modo. La Psicología Positiva, reencuadra esta vivencia 'sesgada' y 'negativa' del individuo. En todo el proceso se basa en los rasgos funcionales y eficaces que ya posee la propia persona para mejorar, corregir o eliminar las situaciones y conductas que son disfuncionales.

Objetividad: El enfoque de la Psicología Positiva nos ayuda a identificar bien nuestras necesidades reales y a evaluar con objetividad nuestras capacidades y déficits para ayudarnos a solucionar los problemas actuales.