Promoción de la salud mental y Prevención de la enfermedad
El deterioro de la salud física o psíquica es a veces inevitable y surge como consecuencia de un deterioro natural, problemas genéticos, contagios o infecciones. Sin embargo, hay un alto porcentaje de malestar, enfermedades, problemas y disfunciones que son el producto de las condiciones en qué vivimos y ciertos desajustes en nuestra relación con el entorno.
Desde el más completo bienestar hasta el más absoluto malestar hay un gradiente muy amplio de situaciones no saludables por las que una persona puede atravesar si no pone remedio a tiempo. Cogidos a tiempo, muchos malestares no llegarán nunca a alcanzar la categoría de trastorno, ni siquiera de enfermedad o malestar grave.
La promoción de la salud nos incumbe a todos y tiene como objetivo identificar y potenciar al máximo todos los recursos 'saludables' de la población para que exista una mayor conciencia de los hábitos saludables y un mayor control personal de los factores deficitarios. A través de la investigación, divulgación, educación, participación y concienciación ciudadana, construye un sistema de generación de salud.
La prevención, la intervención y el tratamiento de la enfermedad, son las tres estrategias diferenciales para afrontar la gradiente de malestar.
La prevención sería -después de la promoción- el método o estratégia más eficaz, evitando en gran medida que se produzca el malestar. Trata de anticiparse a los contextos problemáticos, causantes de la mayoría de los problemas de salud.
La intervención es el segundo paso y es eficaz cuando ya se ha producido el malestar.
El tratamiento de un trastorno severo y crónico sería el último grado. Hasta llegar a él tenemos muchas alternativas que conviene adoptar cuando veamos que no somos capaces de resolver la situación.
Promoción y Prevención
El mantenimiento del bienestar personal es un objetivo para los adultos. La sociedad ofrece muchas posibilidades de información y divulgación científica: lecturas de autoayuda, talleres, cursos, webs... donde podemos informarnos y actualizarnos.
La participación, la educación, la socialización, la formación, los conocimientos y el entorno saludable, son fuentes básicas, fundamentales para crear bienestar en la persona.
En todos estos ámbitos se pueden establecer los mecanismos para atender las necesidades emocionales, intelectuales y sociales del individuo con el fin de que alcance el mayor bienestar posible.
Desde nuestra consulta y el ejercicio profesional, tenemos un compromiso constante con la contribución a la promoción de la salud mental (física, social...). Esta web es una plataforma de publicación y comunicación de textos donde intentamos reflejar las ideas, sugerencias, reflexiones y conclusiones sobre temas relacionados con el bienestar y salud integral de las personas.
Así mismo, publicamos artículos en un blog de psicología y activamos recursos en redes sociales para divulgar y dar a conocer esos contenidos. Creemos que la mejor forma de cuidar de nuestra salud es la prevención de situaciones o conductas de riesgo. La educación y el aprendizaje son mecanismos de gran potencia si la sociedad en su conjunto tiene acceso a ellas con facilidad. Sin duda, la utilización de internet de un modo saludable y funcional puede ser una gran ayuda.
Por otra parte, realizamos talleres y conferencias con temáticas concretas, donde la participación de los asistentes contribuye de manera notable a profundizar, ampliar y enriquecer los planteamientos, contenidos y discusiones.
La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad son pilares del bienestar. Sin embargo, una vez que se ha establecido el malestar, puede ser conveniente pasar a otro nivel de intervención: la orientación psicológica, la terapia, o el coaching.
Orientación y Terapia Psicológicas
En la vida de cada persona hay situaciones que por ser inesperadas, desestabilizadoras, críticas, desconocidas o prolongadas excesivamente pueden provocar estrés, malestar o desaparición del bienestar que se había logrado. Son situaciones y circunstancias que se pueden superar personalmente o con el coaching, acompañamiento u orientación de la psicología.
También, en ocasiones y/o ante esos cambios, adoptamos conductas, actitudes o estilos de vida que son disfuncionales y que impiden nuestro bienestar o nuestro desarrollo pleno.
Estos casos se pueden superar con el análisis, esfuerzo, actitud y orientación adecuadas. Para ello es necesario observarnos, atender los síntomas de malestar o disfuncinales y adoptar los cambios o conductas necesarias. La terapia y/o las sesiones de Refuerzo pueden ser apropiados para este tipo de trabajo.
En cualquiera de estos casos, la orientación profesional consiste en una intervención para 1) Identificar las necesidades de la persona (psicológicas, emocionales, sociales); 2) Facilitar los conocimientos, herramientas, métodos y técnicas más adecuados para satisfacer esas necesidades.