Como adultos, además de las condiciones sociales (economía, trabajo, familia) y físicas (salud-enfermedad), una parte muy importante del bienestar psicológico depende de nuestra disposición a:
Conviene diferenciar entre bienestar y 'felicidad o placer permanentes'. El bienestar puede convivir con la tristeza circunstancial, la frustración, el enfado proporcionado o la desilusión puntual. La actual y permanente presión social para ser felices a todas horas, es un impedimento para el bienestar, porque el narcisismo ilimitado resulta un motivo de insatisfacción constante ya que choca con la realidad y sus contratiempos.
Esa disposición al bienestar va a depender del entrenamiento de ciertas habilidades y recursos. En nuestra evolución como personas, puede haber etapas en las que las rutinas, la demanda externa y las dinámicas de automatismo, nos hagan debilitar esas habilidades por falta de entrenamiento. Identificar, potenciar, desarrollar y orientar nuestras habilidades nos dotará de la disposición adecuada para vivir funcionalmete en nuestro entorno.
Esas habilidades hacen posible que gestionemos mejor las condiciones y características de ese entorno y regulemos nuestra conducta, logrando cotas mayores de bienestar objetivo y subjetivo.
La Psicología Positiva o Psicología del Bienestar nos ayuda a lograr esa disposición, para ello, antes de iniciar el aprendizaje de nuevas habilidades, es conveniente conocer a fondo las que ya tenemos, entrenarlas de modo eficaz y aplicarlas de la manera menos costosa.
Muchas personas vienen a consulta pensando "que no son capaces de..." Sin embargo, pronto empiezan a reconocer con claridad habilidades y recursos que no habían valorado de forma realista, cayendo en la cuenta de que disponen de unas características mucho más positivas y eficaces de lo que creían. Necesitan una evaluación acertada y una orientación distinta para superar barreras o inercias y lograr mayor confianza en sí mismos, obteniendo motivación y autonomía.
En muchos casos, por lo tanto, no se trata de "cambiar" o de "incorporar nuevas habilidades, sino de sacar partido y orientar adecuadamente lo que ya somos. Es decir, no se trata de cambiar o ampliar la casa donde vivimos si no rediseñar el espacio que tenemos.
Hay cambios que se hacen de forma rápida, basta con saber qué deseamos (objetivo), qué tenemos(recursos y habilidades) y cómo lo queremos usar (acciones concretas). Otros cambios requieren de más tiempo, esfuerzo y dedicación, son cambios más profundos y a medio largo plazo. Estos cambios requieren de entrenamiento constante, son conductas, emociones y pensamientos que necesitan ser aplicados con frecuencia para que se conviertan en nuevos hábitos.
Nuestro trabajo en consulta consiste en Escuchar, Evaluar, Diseñar, Entrenar y Acompañar (refuerzo, actualización) a nuestros clientes en sus procesos de cambio para obtener el bienestar psicólogico y social que necesitan..
©Lola Salinas 2022