Incomunicación, Discusiones
La falta de comunicación se puede producir en los grandes silencios tanto o más que en las grandes conversaciones. Podemos hablar mucho y no transmitir lo importante, no darnos a conocer, y podemos hablar muy poco y ser herméticos respecto a nuestros intereses reales y sentimientos.
Hay personas que desarrollan una estrategia -poco eficaz- que consiste en no hablar de sí mismas con la pareja. Creen que es un modo de protegerse (vergüenza, timidez, miedo a ser juzgados, miedo a no ser queridos) o de pretender una posición de mayor ventaja, pensando que quien más conoce al otro está en mejor posición para actuar con beneficio.
Estas estrategias no son eficaces para construir una pareja. Las relaciones de pareja funcionan bien cuando las dos personas se dan a conocer, se conocen a sí mismas y ponen las cartas sobre la mesa, sin esconderse, colaborando para construir una 'organización' de dos con transparencia y realismo.
Si no hablamos de nuestros pensamientos, expectativas, creencias o sentimientos, difícilmente vamos a establecer los parámetros de la relación. Dejaremos que la otra persona vaya a tientas y se equivoque muchas veces. Estaremos dando paso a la interpretación de nuestras conductas y lograremos generar ansiedad, frustración, enfado o desinterés a largo plazo.
Hay personas que no se conocen a sí mismas lo suficiente y les resulta muy difícil hablar de lo que sienten o piensan. En estos casos, aunque no se de forma voluntaria, también se está dificultando la buena marcha de la relación.
El trabajo personal en terapia o coaching nos ayudará a desarrollar las habilidades sanas y eficaces para comunicarnos con asertividad (respeto, ecuanimidad, responsabilidad, transparencia, coherencia...).
©Lola Salinas