Ψ Psicóloga
     Lola Salinas

Erotismo
y
'Excitación'

Bajo erotismo y falta de 'excitación'



Queremos tener deseo sexual pero no nos excitamos. Nos gustaría sentir más pero hemos perdido ilusión o vitalidad para implicarnos en el juego.

Nos excitamos pero no tenemos la respuesta sexual que queremos (flujo, erección, sensibilidad)

No nos motivan las las relaciones sexuales, nos da cierta pereza y eso nos apena y causa preocupación.

Conviene diferenciar entre excitación, deseo sexual y erotización. Confundir estas experiencias y sus correspondientes sensaciones nos suele llevar a la aparición de problemas y a no ser capaces de solucionarlos.

La erotización es el proceso psicológico y emocional que produce un cambio en nuestro ánimo, en nuestra actividad mental y en nuestra actitud física y emocional. Se produce como efecto de pensar, recordar, ver... algo que evoca una experiencia erótica agradable y deseable. El cuerpo y la mente se colocan en una actitud de búsqueda de placer, de recreación en lo sensual y la gratificación. Esta erotización puede no llevar a ningún deseo sexual concreto ni proyectado sobre ninguna otra persona, puede concluir en la mera experiementación de esas sensaciones psicológicas y sensuales gratas. Pero, también puede orientarse hacia otra persona y convertirse en un deseo sexual que nos activa para buscar la satisfacción del mismo, bien con otra persona, bien con nuestras caricias (masturbación). En este caso se producirá una erotización de mayor intensidad y una respuesta sexual fisiológica (erección, flujo...).

El deseo sexual, es el interés por tener placer sexual y gratificación, satisfaciendolo con otra persona o con las caricias propias a través de fantasías, lecturas, recuerdos, etc.

Tradicionalmente, se habla de excitación cuando se experiementan una serie de sensaciones sexuales placenteras en el cuerpo que nos conducen hacia/o son el resultado del deseo de mantener relaciones sexuales o de masturbarnos. Vamos a respetar este término aunque no estemos de acuerdo ni con su uso ni con el significado que se le da.

Se puede producir Erotización y no producirse deseo ni 'excitación'
Se puede producir 'excitación' pero no haber suficiente erotización
Se pude producir deseo sexual pero no suficiente 'excitación'

Problemas de Excitación (Erotización incompleta)


Una falta de 'excitación' puede producirse por mecanismos de bloqueo en la mente (emocionales, psicológicos, sociales...). Suele deberse a una interferencia en los procesos de erotización. Esta interferencia es debida a una falta de concentración, una preocupación, una falta de interés, una evaluación negativa del escenario sexual, una baja autoestima, una falta de confianza, una inseguridad, la rutinización de las relaciones, etc...

Como vemos, las causas de esa interferencia en los procesos de erotización son variados y no necesariamente excluyentes. El efecto es demoledor para la respuesta sexual, produciéndose un bloqueo de la misma o bien una respuesta errónea, como es el caso de la eyaculación precoz por falta de concentración o la falta de erección o la falta de flujo.

Problemas de Excitación (Exceso de activación neurológica)



El estado de ansiedad que se nos genera en una situación de estrés o hiperestesia se puede confundir con un exceso de la percepción sensible. Es decir, se confunde el "nerviosismo" con la sensibilidad y la llamada 'excitación'. Nos creemos que estamos muy 'excitados' (erotizados) cuando, en realidad lo que estamos es muy 'nerviosos' (de ahí el término excitación. La respuesta sexual plena y satisfactoria no se puede experimentar  si no se da una cierta relajación mental y física y una concentración en las sensaciones adecuadas.

El estado de ansiedad hace que el sistema nervioso autónomo que es el encargado de controlar las reacciones orgasmicas y eyaculatorias, se hiperactive produciendo, por ejemplo, un falta de erección, la eyaculación involuntaaria, el bloqueo del erotismo, en definitiva... una respuesta sexual insatisfactoria,  sin que seamos capaces de percibirlo y, por lo tanto, controlarlo


Erotización Inhibida



Esta situación se caracteriza por una actitud muy poco interesada en todo lo que tiene relación con la sensualidad. Suele ser un rasgo de personalidad pero también puede ser un estado circunstancial de la persona. Hay situaciones de tristeza, preocupación, estrés o dificultades que movilizan el estado de ánimo hacia ámbitos poco eróticos. Esto puede ser absolutamente normal y no habrá que darle mayor importancia.

Sin embargo, hay personas que tienen una personalidad poco erótica, tienen una tendencia muy baja, incluso casi nula a disfrutar de lo sensual y del mundo de placer asociado con el contacto físico o con la fantasía de juego sensual. Si esta característica de su personalidad no les genera insatisfacción ni frustración o problemas con su pareja, no hay por qué tratar de modificarlo, no es imprescindible tener una actitud erótica. Cualquier persona puede encontrar satisfacción en otras actividades y no por ello tendría que sentirse frustrado o 'incompleto'.

El problema empieza cuando esa actitud poco erótica choca con nuestros propios intereses, con nuestro deseo de tener una vida sexual más estimulante o con los deseos de nuestra pareja. En este caso conviene abordar este rasgo de personalidad y tratar de activar una actitud sensual mayor mediante la motivación y la práctica satisfactoria.

Terapia



Proponemos una serie de dinámicas pautadas para mejorar la actitud erótica, la respuesta sexual y lograr un grado de placer, gratificación y satisfacción sexual plenos.

La terapia está diseñada para poder trabajarse de forma individual o en pareja.

©Lola Salinas