Un buen diagnóstico
El primer paso para solucionar un problema es tomar conciencia del mismo. El siguiente paso es aceptar con realismo nuestra situación y la capacidad que tenemos para encontrar la solución.
La búsqueda de soluciones puede incluir la ayuda de un profesional que nos realizará una buena evaluación del mismo. Una correcta evaluación ha de ser funcional: identifica las causas (raíz del problema) que originan la dificultad y los mecanismos que activan esas causas, así como los factores que influyen o refuerzan el proceso. Una correcta evaluación, incluye el programa o tratamiento de ayuda para resolverlo.
Evaluar un problema sexual requiere tener en consideración los factores físicos (neurológicos, vasculares, orgánicos y hormonales) tanto como los factores emocionales, psicológicos, sociales y de conocimientos sobre la propia sexualidad.
Muchas personas vienen a consulta pensando que su problema es sólo de carácter físico pero después de una evaluación rigurosa comprenden que en realidad se trata de una disfunción originada por diversas causas, generalmente emocionales, actitudinales o conductuales. La mayoría de las veces es así.
En el origen y/o la evolución de un problema o una disfunción sexual puede haber casusas fisiológicas (neurológicas, vasculares, hormonales) pero en la gran mayoría de los casos, sobre todo a edades jóvenes (menores de 60 años) generalmente se trata de un problema de ansiedad, tensión, preocupación, temor, timidez, vergüenza, inseguridad, exigencia, obsesión, bloqueo, etc.
Considerar y abordar estos aspectos es fundamental a la hora de resolver el problema.
Un tratamiento que no contemple estas causas sólo servirá para parchear el problema, en el mejor caso, o encubrir las verdaderas causas y alargarlo o cronificarlo en el peor.
Conviene abordar soluciones que vayan a la raíz del problema, que traten las causas más importantes. Un tratamiento que sólo trabaja con los síntomas físicos, no es un tratamiento definitivo, estaremos perdiendo nuestro dinero y nuestro tiempo. En muchos casos también nuestra salud (medicación, dependendencia, intolerancias, hábitos, anulación de respuestas naturales, etc.)
©Lola Salinas