Mentir como forma de vida

No solo es un problema personal.

Cuando una persona miente reiteradamente tiene un problema personal que puede afectar a su entorno. Estas personas son incapaces de vivir con la realidad y afrontarla con honestidad.
Cuando varias personas mienten reiteradamente, además del problema personal, están generando un clima de desconfianza.
Cuando muchas personas mienten, dentro de una organización, generan una cultura basada en la mentira y acaban por creer que ese es el modo de relacionarse con el mundo.
Las instituciones que se sustentan sobre ese tipo de cultura del engaño son muy peligrosas porque su tejido es frágil, como consecuencia de la vacuidad de muchos de sus fundamentos.
La fragilidad y el vértigo que sienten sus miembros, incapaces de afrontar la realidad, les hace mentir con más frecuencia, con más descaro, con más apoyo dentro de la organización, con temas cada vez más relevantes y trascendentes… Acaban por estar vendidos, en manos de cualquier estamento, institución, agente social o gobierno que conozca los hechos.
¿De qué delitos pueden ser capaces aquellos que viéndose acorralados por la potencial denuncia de sus mentiras, son chantajeados? ¿Hasta dónde pueden llegar con sus mentiras? ¿De qué son capaces?

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